El ácido hialurónico es un principio activo de sobra conocido en el campo de la estética por sus múltiples beneficios en el terreno de la regeneración celular y sus efectos sobre la piel. Pero lo cierto es que las ventajas de esta sustancia se extienden a muchos más campos de acción, entre ellos, el ácido hialurónico para Odontología.
Desde DVD Dental, en nuestro afán por mantenerte a la última en las novedades del sector, te contamos las múltiples funciones que es capaz de desempeñar el ácido hialurónico para Odontología y cómo abre la puerta a una nueva forma de entenderla.
¿Qué es el ácido hialurónico?
El ácido hialurónico es un polisacárido: una sustancia naturalmente presente en el líquido sinovial de las articulaciones, favoreciendo que éstas puedan cumplir parte de sus funciones al mantenerlas correctamente lubricadas.
Se trata, por tanto, de un principio activo que favorece la reparación y la renovación de la piel: por lo que tradicionalmente ha sido aplicado -y muy codiciado- en medicina estética. Sin embargo, como hemos avanzado al inicio, sus beneficios pueden disfrutarse en otras muchas disciplinas.
¿Cuáles son las aplicaciones del ácido hialurónico para Odontología?
En el ámbito dental, el ácido hialurónico tiene la capacidad de favorecer el restablecimiento tisular de los tejidos blandos y la mucosa oral y contribuye a la aceleración del proceso de cicatrización tras una cirugía. Además, resulta de gran utilidad para mantener las heridas libres de agentes patógenos, ya que impide la irritación causada por microorganismos.
El ácido hialurónico contribuye a los procesos de regeneración y cicatrización
Es un potente principio activo en los casos en los que se necesita una rápida recuperación y reconstrucción de los tejidos blandos, como las encías.
Diversos estudios han demostrado que las aplicaciones tópicas de ácido hialurónico, junto con una baja concentración de clorhexidina, contribuyen muy positivamente en la cicatrización del tejido blando tras una extracción dental, lo que lo convierte en un recurso extraordinaria en el ámbito de la cirugía oral. Además, el ácido hialurónico también es capaz de reducir significativamente la inflamación del área intervenida.
El ácido hialurónico para Odontología es eficaz frente a las úlceras bucales y las aftas
Las heridas que se encuentran en la cavidad oral también pueden beneficiarse del poder del ácido hialurónico como cicatrizante.
Además, su efecto va más allá y resulta útil como desinfectante: protege las heridas frente a la acción de microbios y de factores irritantes que puedan entrar en contacto con la misma.
El ácido hialurónico en el tratamiento de la articulación temporomandibular
Quizás esta sea una de las bondades más desconocidas del ácido hialurónico, pero no por ello menos importantes: esta sustancia tiene la capacidad de lubricar la articulación temporomandibular, reduciendo el desgaste que se experimenta en ella ante un movimiento y comportamiento anómalo.
En los trastornos de la ATM es frecuente que los movimientos se encuentren limitados y el dolor sea agudo: un tratamiento con ácido hialurónico contribuirá a paliar los síntomas de inmediato en cara, mandíbula y cuello.
A su vez, su doble acción hará que, además de lubricar la articulación, el ácido hialurónico resulte eficaz también para combatir la inflamación en la zona.
El ácido hialurónico en otros tratamientos odontológicos
Lo cierto es que son muy numerosas las posibilidades de aplicación del ácido hialurónico para odontología y, muchas de ellas, se encuentran todavía en proceso de investigación.
Entre ellas, una de las más innovadoras y avanzadas es la regeneración tisular periodontal: aquí el ácido hialurónico resulta de gran eficacia por sus propiedades antibacterianas, antiedematosas y antiinflamatorias.
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